Arquitectura en México durante el Porfiriato
Durante el gobierno del general Porfirio Díaz y bajo su proyecto de urbanización, La ciudad transformó su paisaje en torno al desarrollo de una serie de colonias donde se edificaron importantes zonas y edificios. Colonias se llamaron a estos departamentos vecinales, por la idea de seguir “Colonizando” con ideas europeas en todos los aspectos, pues se buscaba modernizar la ciudad con el reflejo de las grandes urbes europeas, sobre todo francesa, aunque se considera Ecléctica, ya que mezcla estilos, Art Nouveau, Art Deco, Neoclásico, Neogótico, italiano, español y por ende algunos detalles Arábicos traídos a través de Arquitectos Españoles.
Se puede considerar la época de mayor transformación urbana y arquitectónica clásica dentro de la ciudad de México. El proyecto abarcó varias zonas de la actual ciudad, como lo son: la colonia Roma, la condesa, Santa María la Ribera, la Guerrero, la San Rafael, la Cuauhtémoc y la colonia Juárez.
Palacio de Bellas Artes. ciudad de México
Fue cuando se desarrollaron grandes camellones, plazas centrales, trazas urbanas con esquinas achaflanadas, que muchas veces abarcaban al mismo edificio, que cortaba a 45° en sus esquinas para unirse al chaflán de la banqueta, fuentes municipales, parques, monumentos y esculturas urbanas.
Porfirio Díaz con su dictadura de 7 reelecciones busco impulsar el desarrollo y darle una imagen fuerte y de estabilidad política al país después de una serie de críticas etapas, golpes de estado, guerras civiles e invasiones extranjeras. además, para esta época se abría México al capitalismo mundial, muchos inversionistas extranjeros y burgueses que tenían intereses en México exigían una imagen que protegiera sus intereses, así que este fenómeno se vio reflejado principalmente en la Arquitectura del país; edificios, mansiones, fraccionamientos, colonias e urbanización en general.
Los edificios estaban fuertemente influenciados por cortes clásicos y se reproducían los modelos académicos de París, Londres y Roma, donde predominaba la ornamentación, los techos inclinados estilo francés, los materiales pétreos, los muros anchos, las alturas interiores, cerámica, mármoles, granito, bronce, vitral, cantera labrada, columnas expuestas, adosadas o empotradas, frontones verticales o abiertos, arquitrabes, cornisas curvadas, balcones salidos, dovelas flotantes, abundancia de frontones, portales grandes, tableros con escudos o símbolos, capiteles, en interiores muebles y decoración clásica, plafón decorado, ornamentación como cupidos o guirnaldas, también se arrastraron estilos medievales que Europa utilizaba hacía mucho tiempo como: techos agudos con encaje, torres aguja, coronas, veletas, balcones cerrados en celosías, ménsulas en saledizo, en las cimentaciones poco se sabía en México de los pilotes, estructuralmente no se usaban los arcos y las bóvedas inversas.
Pero los arquitectos a la época tenían toda la libertad de ser eclécticos y mezclar de cada estilo todo lo que les parecía estético y útil, situación también importada de Europa, cuando el “Eclecticismo” que viene del adjetivo griego εκλεκτός, que significa “escogido”, fue aceptado a partir de 1860, ahora se aceptaba bien la mezcla de estilos y la recopilación de información arquitectónica a través de la historia
teatro Juárez. Guanajuato, MX casa Braniff. col. juárez, cdMX
La infraestructura capitalina también se desarrolló de manera favorable y se evitaron constantes inundaciones que sufría el entorno por falta de banquetas, drenaje, ductos, registros, y tubería para drenar las aguas pluviales y negras, para el abastecimiento de agua en las colonias se construyeron acueductos y se amplió el servicio de agua entubada.
El alumbrado público también se vio favorecido, el impulso a la economía en general exigía que no faltara la luz por la noche para que la gente no parara sus actividades ni en el interior de sus casas como al exterior
casa Peón-Regil. Mérdida. Yucatán casa Rio de Janeiro, cdMX
La ciudad de México al ser la capital del país fue la que más manifestó el proceso de transformación, pero la herencia arquitectónica abarcó casi todo el país cubriendo plazas, iglesias, edificios, centrales e urbanismo en general.
casa Lamm. cdMX