El Acero Vegetal (construir con Bambú)

Dentro de las propiedades del bambú occidental tanto en su aplicación arquitectónica como industrial, se encuentra una gama de bondades, empezando por la ecológica, siendo un árbol con gran capacidad de convertir el CO2 en oxígeno (indispensable para nuestra subsistencia), controla la erosión del suelo, su capacidad de enriquecer el suelo donde crece y su potencial como recurso perdurable.

Se le podría considerar el acero vegetal por su resistencia, liviandad, tensión, posibilidad de carga cuando se utiliza en la construcción, versatilidad en su manejo, es de bajo costo y con posibilidades artesanales e industriales, fácil de cortar y transportar, calidez visual y oquedad, de manera que se podría comparar con fibras de alta tecnología flexibles, materiales ideales para la construcción anti sísmica y soporte a fuertes vientos, esto se debe principalmente a su característica física: de sección redonda, hueca y con un tabique rígido transversal que le permite curvarse sin romperse

En América el más común son los de la familia de las Guadua, sobretodo de la zona cafetera de Colombia, Venezuela y Ecuador, muchos pueblos de estas regiones crecieron con infraestructura apoyada en el bambú, sus casas, puentes y muebles. Pero los bambúes exhiben una gran amplia distribución geográfica que abarca el pacífico Asiático, África y América Latina. Los más altos se han registrado en los páramos de los Andes ecuatoriales, ya que prefieren los habitas húmedos de selva nublada y selvas bajas tropicales, Algunas crecen en hábitat seco, pero nunca en desierto.

Existen cerca de 1100 especies en el mundo y solo en América esta la mitad de esta diversidad, México tiene 37 especies de bambúes y este podría beneficiar a las economías rurales de América latina, aprovechando sus bondades en la construcción.

La Guadua Paniculata Munro representa la más abundante en América y se distribuye desde San Luis Potosí hasta Uruguay y el norte de Argentina

Si queremos que el bambú alcance su madurez estructural, debemos tener en cuenta que su mayor resistencia se alcanza a partir de los 3 años de crecimiento, una característica que luego no varía con su edad pero sí en función del proceso de obtención y curado, existen varias formas de hacerlo, pero dentro de las más fáciles y económicas está en bañarlas en borato de sodio bien diluido en agua, este componente lo deja esmaltado y protegido contra insectos y polillas.

La calidez que da como elemento arquitectónico y estructural puede ser considerado como uno de los más atractivos en la construcción y grandes arquitectos han sabido aprovecharla como el colombiano Simón Vélez, conocido ahora como el arquitecto del bambú.