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El único castillo Real en América está en CDMX EL CASTILLO DE CHAPULTEPEC



Cuando se planeaban majestuosas construcciones de este tipo, las funciones eran varias, además de ser la casa de los reyes, tendría que tener lugar en un sitio con privilegio geográfico, donde la topografía del lugar fuera apta para observar desde las alturas, protegerse de esta manera y tener el acceso más difícil para el enemigo, en el valle de México, hoy CDMX, el lugar ideal parecía ser el cerro del Chapulín, ubicado en el ahora bosque de Chapultepec, donde nuestros antepasados Mexicas vivieron disfrutando el lago de Texcoco por siglos y de los miles de árboles ahuehuetes que conforman este bosque, esta agua de Texcoco era compartida a la población mediante un acueducto que hoy sería el acueducto de avenida Chapultepec, el mismo que fue arreglado más tarde por los españoles.


En 1521, cuando se consumó la conquista española en territorio Mexica empezó el dominio de los europeos sobre este bosque al igual que lo hicieron sobre todo el territorio, entre los primeros movimientos de manipulación a nombre del emperador Carlos V se mandó cerrar el bosque y ser supervisados por guardabosques para proteger su fauna y flora, aunque esto cerró el acceso público al bosque para los nativos del lugar, también se fueron destruyendo poco a poco los rastros mexicas en lo alto del cerro como piedras labradas con representaciones de los dioses.


Pero fue hasta 1785, el virrey Matías de Gálvez solicita a la corona española, la construcción de un castillo para que viviera ahí la nobleza en la punta del cerro del chapulín, pero la solicitud se acepta más tarde bajo el nombre de Alcázar, esta es una palabra árabe que llegó con el español como muchas palabras más, que significa cuartel militar o guarnición de protección.



Al morir Matías de Gálvez es su hijo Don Bernardo quien continúa la obra, misma que empezó a tomar carácter de una verdadera fortaleza con un rápido avance de construcción, gracias a sus miles de peones trabajando, entre ellos algunos reos. Al morir Don Bernardo, el proyecto ya culminado pasó a varios usos, hasta que se propone ser el archivo general de la nueva España, pues para la época el castillo quedaba lejos del centro y no les resultaba tan útil para darle un uso constante.


Pasó el tiempo y entre luchas de independencia y un país en reajustes políticos importantes fue hasta 1806 donde el ayuntamiento mexicano lo toma como escuela militar, donde se le agregan elementos arquitectónicos para acoplarse al nuevo proyecto, como la torre de vigilancia y una vez inaugurado como cuartel militar ocurre justo a tiempo por la invasión norteamericana de 1847, cuando las tropas norteamericanas quieren tomar posesión del castillo, pero gracias a la resistencia de los jóvenes militares hoy llamados “niños héroes” la invasión no se consigue y el país sigue adelante, aunque con sus problemas como la lucha constante entre liberales y conservadores que agitaba el país en este momento.


En 1863, un grupo de conservadores que pretendían mantener en México el antiguo sistema de nobleza europea llevan hasta Miramar a orillas del mar adriático con ayuda de Napoleón III la propuesta al emperador Maximiliano de Habsburgo de ser el Rey de México, Rey legítimo que según los conservadores era proclamado por mexicanos para la corona y donde hacían la petición a Maximiliano de venir a gobernar estas exóticas y tierras lejanas. Pero la realidad era muy diferente, más de la mitad de la población no era conservadora y no estaba a favor de ningún rey europeo, pero Maximiliano desconocía toda esta verdad y aceptó venir a gobernar junto con su esposa Carlota, la cual siempre había soñado con ser la primera dama de algún imperio.



Al llegar bautiza el castillo como Miravalle, para recordar al de Miramar en Trieste Italia, y ordena de inmediato su remodelación digna para la nobleza, ahí llega la época de esplendor del castillo de Chapultepec, con bellos jardines, salas de té, dormitorios, salón de música, de usos múltiples, suelo en terrazas tipo dominó, fuentes, sala de lectura, de gobelinos, de estar, despachos, cosechas, salón de vitrales y hermosas escalinatas, muebles regalados por Napoleón III y cuadros pintados por Pelegrin Clave. Además de que la pareja real mandó traer de europa todo el equipamiento del castillo, desde pianos hasta las vajillas y manteles. También se construyó la gran rampa de acceso para permitir la entrada de los carruajes.

Y para terminar, Maximiliano mandó construir a los pies del cerro una calzada que llamaría Boulevard de la emperatriz, hoy “Paseo de la Reforma” para unir el palacio con el centro de la capital.

Maximiliano de Habsburgo


Irónicamente un hermoso castillo de cuento de hadas de costado de un país que pasaba por una situación sumamente complicada, violenta y revolucionaria.

Pero este privilegiado lugar a cambiado de giros muchas veces, aunque siempre relacionado con el poder, desde los Tlatoanis, los virreyes y los presidentes.

Estos últimos tomaron el castillo a partir de 1872, cuando Sebastián Lerdo de tejada lo proclamó por decreto presidencial “la casa de los presidentes”

Ahí empieza otra etapa para el castillo, donde se ve envuelto en épocas porfirianas por este afrancesamiento que llegó a la ciudad de México que nos recuerda las grandes urbes europeas, la llamada “Belle époque” de fines del siglo XIX donde si gran parte de la ciudad se vio influenciada por estos estilos europeos, el castillo no iba a ser la excepción.

Aquí vivió Porfirio Díaz, Francisco I Madero, Venustiano Carranza, Álvaro Obregón, Plutarco Elías Calles, Portes Hill, Pascual Ortiz Rubio y Abelardo Rodríguez. Al pasar de estos personajes por el castillo se retoman elementos mexicanos en el lugar, como murales de David Alfaro Siqueiros y Jorge González Camarena, que nos recuerdan los pasajes históricos que ha vivido este emblemático castillo y le dan un estilo más ecléctico y completo, que mezcla elementos europeos con estilos mexicanos y lo llena de tanta riqueza histórica.


Fue hasta el presidente Lázaro Cárdenas quien decide no habitar el castillo, dejarlo como museo nacional de historia y construir la nueva residencia oficial para presidentes de “Los pinos”.

Dejándolo para 1932 como patrimonio Histórico nacional y ahora con el fruto de siglos de historia está ahí para el deleite público y orgullo nacional a lo alto del cerro de Chapulín en el bosque de Chapultepec.


¿Porque se le llama el único castillo Real americano?

Aunque construcciones con este carácter los hay más por el continente americano Este el único en su tipo en donde ha habitado la nobleza, aunque sea por un corto tiempo, por eso la etapa de Maximiliano y Carlota es tan importante para la historia del castillo de Chapultepec.


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